Mientras las economías mundiales se preparan para la reapertura, hoy quiero tomarme unos momentos para compartir con ustedes algunas observaciones e ideas valiosas reveladas al hablar con contratistas de Canadá y Estados Unidos sobre la actual crisis económica y los impactos que ha tenido en ellos hasta ahora, particularmente en sus modelos operativos, la gestión de la innovación y la adaptabilidad a los cambios tecnológicos.
Primera observación
Todos los contratistas me dijeron que la crisis y sus implicaciones espaciales (distanciamiento social, confinamiento) los habían obligado a colaborar mucho más a través de medios electrónicos de comunicación y entre equipos. Esta nueva dinámica les llevó a replantearse la forma en que sus empresas interactuaban con la tecnología y gestionaban las cosas, y también aceleraron su transformación digital y la implementación de procesos colaborativos, dentro de un flujo de trabajo sin barreras y entre diversas partes interesadas internas y externas.
Segunda observación
También compartieron conmigo cómo vieron que algunos de ellos no estaban preparados para una crisis como esta. El examen realizado en el momento de la admisión demostró que muchos de ellos no estaban cerca del nivel tecnológico que necesitaban para gestionar los impactos de un evento tan disruptivo, especialmente porque tenían una gran resistencia al cambio en sus organizaciones (procesos operativos internos, modelo de negocio). Muchos de ellos también compartieron cómo se respondió a una pregunta recurrente entre los líderes del sector a la luz de la crisis de la COVID-19: ¿Por qué hacer cambios cuando nos sentimos cómodos con nuestro modelo tradicional?
Tercera observación
En cuanto a las inversiones, la experiencia tecnológica y el apoyo, las empresas no estaban seguras de a quién acudir en busca de ayuda para establecer estrategias digitales, lo que penalizaba en gran medida su capacidad de ampliar la eficiencia, la colaboración y la excelencia operativa entre sus filas.
Conclusión
Por fin, todas las partes de la industria de la construcción parecen dispuestas a escuchar e implementar todos los cambios tecnológicos críticos en su cartera de trabajo. Esta crisis hará que todos seamos mucho más colaborativos y conscientes de la importancia de la tecnología y su papel catalizador a la hora de unir y empoderar a las personas, los equipos y todas las partes interesadas del sector.
Mis observaciones sobre la crisis actual, y sobre la forma en que la industria de la construcción está reaccionando ante ella en su conjunto, también parecen indicar que estamos a punto de lograr un gran avance. En este punto, tengo claro que no solo los contratistas, sino también todos sus colaboradores, sus clientes, los requisitos tecnológicos de los proyectos y los métodos contractuales, todas estas dimensiones operativas clave, deben actualizarse rápidamente para permitir la verdadera capacidad de colaboración sin barreras que la industria de la construcción necesita tan desesperadamente.
Si está listo para comenzar este viaje, comuníquese conmigo, el momento no podría ser mejor.
Mantenerse a la vanguardia de las tendencias es crucial para cualquier empresa de construcción que busque seguir siendo competitiva en 2024 y más allá. Al adoptar estas tecnologías, las empresas pueden mejorar la eficiencia, reducir los costos y ofrecer mejores proyectos.
La adopción de la tecnología puede ser un desafío, especialmente en un sector tan complejo como el de la construcción. Queremos escuchar su opinión: ¿Cuál es su mayor desafío a la hora de adoptar nuevas tecnologías en sus proyectos?
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